
Una: La búsqueda interior, los sentimientos y la imaginación. Y la otra: La razón, la conciencia y la actividad. Y todo ello se une en la corriente de agua, donde ambos fluidos son de color azul. En el cuadro aparecen dos árboles, en el izquierdo hay un ave, la cual podría personificar al ibis sagrado del pensamiento. Sobre su cabeza hay una gran estrella, rodeada de otras siete más pequeñas que representarían al sol y los planetas del septenario, o también al individuo (sobre la cabeza), la razón, la intuición, la vida vinculada con Venus (la mayor) y la influencia de los principales planetas: Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno.
El conjunto simboliza fecundidad y progreso y que la mujer recicla lo que ha recibido. Es la confianza total o fé que le permite estar desnuda frente al mundo y mostrarse tal cual es.
Significado:
Es en definitiva una carta positiva que contrarresta la negatividad de las anteriores. Asimismo significa fecundidad y el progreso en nuestros proyectos ya que la fusión del pasado y el presente da buenos frutos. Es la luz celeste que ilumina al hombre con paz y esperanza.
Es esperanza, fe, inspiración, sensibilidad, belleza, armonía, amor, bondad, ayuda, satisfacción, fertilidad, abundancia, promesas, oportunidades, buenos augurios, intuición, optimismo, buenas perspectivas, felicidad, idealismo, momento oportuno para la creatividad, claridad en los proyectos, momento propicio para el amor y comenzar relaciones amistosas y laborales; fusión del pasado y del presente, una mujer que nos ayuda altruistamente.
Palabras Clave:
Esperanza, buenas posibilidades, creatividad, fecundidad, concreción de proyectos.
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